Reuniones de trabajo como escaparate profesional
Una buena parte de nuestra vida laboral suele transcurrir entre reuniones. De todo tipo. Se trata de colaborar, compartir información, establecer estrategias, en muchas de lo que se trata es de planificar otra reunión, y en otras lo que se tenía que haber hecho es mandar un correo electrónico.
Lo cierto es que las reuniones son un escaparate y una oportunidad para demostrar el potencial de liderazgo, diplomacia y habilidades. En este post os hablamos de ciertas claves que sirven para demostrar todo vuestro potencial en las reuniones de equipo.
Lo primero y más importante, aunque parezca una obviedad, es asistir con buena actitud, siempre con la mente abierta. También es importante el lugar elegido para sentarse, ya que indica si queremos pasar inadvertidos o si, por el contrario, queremos destacar.
La manera de entrar en la sala también es relevante. Ceder el paso a la entrada a tus compañeros y preguntar si necesitan algo es un gesto casi obligado.
Ya dentro de la reunión debemos tener en cuenta que somos colaboradores, una parte más del conjunto. Es decir, debemos destacar pero sin aplastar a nuestros compañeros.
Existen varios trucos para dar otra perspectiva a los asuntos tratados en la reunión, como el Diagrama de Venn. Se trata de un ejercicio que representa gráficamente, a través de círculos, las variaciones de un fenómeno o de las relaciones que tienen los elementos o las partes de un conjunto. Por ejemplo, la relación entre lo que no sabemos, lo que sabemos y cuál sería la zona óptima entre ambas.
Otra estrategia es traducir los porcentajes que salgan a relucir en fracciones. Cuando alguien diga algo como “el 25% de los usuarios…”, es el momento de apostillar algo como: “es decir, uno de cada cuatro”.
En la mayoría de las reuniones llega un punto en el que todos están participando exaltadamente. Es el momento de intervenir y decir: “¿podemos retroceder un poco?”. La siguiente frase ha de ser abierta, del tipo: “¿cuál es el problema que estamos intentando resolver?”. Saber dirigir la reunión hacia un punto que satisfaga a todos los asistentes y consiga que obtengamos los resultados esperados es un punto más que favorable a nuestro favor.
